martes, 13 de marzo de 2012

Cóctel viajero

Un viaje obligatorio sin duda es Londres.
Ciudad europea, capital de los juegos olímpicos 2012 este año, pero es mucho más que eso.

Cuando llegas ves el bullicio de la gente, tienen prisa por llegar a sus trabajos o dónde sea y te encuentras en un país extranjero, con una cultura diferente a la tuya que te fascina conocer.

Te adentras en el metro vas a tu destino y comienzas a oír hablar en inglés te llama la atención, te gusta ver que entiendes, que sabes lo que van diciendo aunque sean anglo - parlantes. Sales, llegas a Picadilly Circus, lugar que no hay que perderse sin duda, esa plaza cosmopolita, con gran vida entre sus gentes, sus tiendas, bares y restaurantes.
Puedes ver desde indios o paquistaníes hasta europeos, y  suramericanos. Artistas tocando en las calles, pintores que te hacen retratos en fín... Hay que verlo.
Dices me recuerda a algún sitio en España, puede ser Madrid ¿quizás?

Vas andando por sus calles, practicando ya un poco“tu Spanglish”, te pierdes entre la gente, disfrutas de los colores de Londres, la luz, y los sonidos.
Otro sitio turístico por excelencia La plaza de Trafalgar, haces la típica foto y sigues tu ruta para que cuando vuelvas tengas pruebas suficientes para demostrar que estuviste allí.

De nuevo experimentas, coges el plano y “pateas” que es de lo que se trata cuando  se habla de hacer turismo. Te pones andar con tus acompañantes, entre risas y demás has llegado ante el Palacio de Buckingham:“Dios salve a la reina” cómo no se pierde allí, tan grande, normal que hubiera ratas hace años como para encontrarlas. Impresionante majestuoso, los chinos y demás turistas como tú lo observan, y lo inmortalizan en sus cámaras.
Ves el cambio de guardia, como muchos turistas allí afincados a la puerta, por supuesto te hacen otra foto con el guardia real que es incapaz de sonreír.
La flema británica y su trabajo le hacen estar así, no se puede pedir más.

Empieza a pintear, sacas tu paraguas, no te lo puedes creer habiendo hecho un día estupendo, soleado con temperatura agradable. Pués sí, en Londres puedes tener las 4 estaciones en un mismo día de verano.

Aún así te apetece callejear, volver hacia al centro, ver el Big Ben, el reloj por antonomasia que muchos veíamos en dibujos como La vuelta al mundo en 80 días.
El Parlamento, parada obligada de nuevo, allí se encuentra la Cámara de los Lores sede donde se discrepan las leyes.

Sabes que ese día no se te va olvidar nunca, por mucho tiempo que pase vas a almacenar esas imágenes en tu cabeza disfrutando cada instante. Eso sí, también vas a recordar ese cansancio acumulado mezclado con entusiasmo y ansiedad de estar por 1ª vez en la capital británica.
Todavía hay mucho que ver, la Abadía de Westminster, La catedral de San Pablo... pero será otro día. Mañana más y mejor.


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