Cóctel veraniego

Verano azul:   
                                                      

Se aproxima el verano, poco a poco en mi ciudad se van descubriendo esos cuerpos cubiertos por las bufandas y los abrigos del frío invierno.

Esta primavera tan peculiar que un día estamos con ropa de abrigo y otro nos asamos de calor, va llegando a su fín.

Ahora a todos nos entran las prisas por lucir un cuerpazo 10 en la playa, perder unos kilitos que nos sobran, y mejorar nuestra apariencia física.

Dietas por doquier, ejercicios, gimnasio, bici y demás son parte de la euforia por la salud y la imagen. Actualmente, se está dando mucha importancia a la imagen, cierto es que siempre es el espejo del alma. Pero lo importante como todo en la vida es el fondo, no la forma.

¿Acaso van a cambiar de pareja porque está gorda o gordo? O ¿Tal vez sus amigos dejen de llamarle por pesar más de la cuenta? ¿Quizás su familia no cuente con  usted porque le queda fatal el bikini o el bañador? Está claro que no es así, sería por otros muchos motivos por los cuales aparecieran las desavenencias.

La salud es lo más importante, dieta equilibrada y un poco de ejercicio también es recomendable, pero llegar a obsesionarse sólo por y para encontrar la figura ideal me parece una pérdida de tiempo.

Así que como todo en exceso es malo y en el medio está la virtud, esperemos no quemarnos mucho por estar al sol en los días de asueto. Esperemos no coger los kilos que se vayan perdiendo ahora en primavera cuando se esté de vacaciones y se coma fuera. Que si un día de tapas, otro al restaurante, otro con los amigos, y el último día porque sí.

Respeto enormemente esa enorme fuerza de voluntad por encontrar un cuerpo excelente que lucir en verano.

Lo más importante es disfrutar de cada segundo que el calor sofocante deje en la playa. Para los que prefieran la montaña, y zambullirse en la naturaleza sacar provecho de ella. Para los que van al extranjero a conocer otra lengua, cultura y país, aprender de la experiencia. Incluso para la inmensa mayoría, que pasarán su  anhelados días de descanso en la casa del pueblo, en compañía de sus seres queridos. Respirando aire puro, aprovechar el reencuentro con  amistades, y sobre todo desconectar de la rutina.